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martes, 17 de agosto de 2010

COMPRA VEHICULO USADO (parte 4)



Después de todo lo anterior conduciremos nosotros mismos. Nos fijaremos en el manejo de todos los mandos, todo irá con suavidad. En cada una de las marchas acelerara a tope y se soltara el acelerador también bruscamente y atentos con los sonidos, no deben escucharse golpes y mucho menos escupir la marcha.
 Se harán dos frenadas una suave y notando su tacto y como se comporta la dirección y otra violentamente a una velocidad moderada 70 km/h y soltando el volante (siempre muy atento para poder cogerlo si hiciese un extraño la dirección). Si existe una desviación que provoque tener que actuar en el volante, es posible que sea, por poner los ejemplos más comunes: la presión de las ruedas (diferente), mal reglaje de los frenos, problemas en el chasis,… etc. Una vez detenido se mantendrá la presión en el pedal, si se va al fondo es que puede existir una fuga en el circuito entre otras causas.
Se seleccionará una marcha larga al inicio de una cuesta, con el motor a pocas rpm y se acelera para comprobar el sonido de ese motor y su poder de recuperación. Nos daría una información de su estado de compresión entre otras cosas.
Se utiliza el cambio y se procura hacer uso de las marchas a distintas rpm para ver cómo se comporta la caja de cambios y que no exista ningún problema.
Para saber si el embrague está ya muy usado y le conviene el cambio, en una marcha larga, la 5ª, se lleva hasta las 3500 rpm aproximadamente y sin soltar el acelerador se pisa un poco el embrague hasta que suba de vueltas. A continuación se suelta violentamente. Éste debe ralentizar la velocidad del motor, repito, sin dejar de acelerar.
Para comprobar la suspensión se circulará a 20 ó 30 km/h por algún bache y no debe escucharse ningún ruido raro.
Marchando en recta se suelta el volante (ojo con soltar el volante, acordaros del chiste) y se observará que el vehículo mantiene la trayectoria. Si no lo hiciese, el mayor problema que pudiera existir es que el chasis estuviera deformado; también pudiera ser mala alineación o incluso por problema de las presiones de las ruedas.
Otra comprobación que no estaría demás hacer, sería utilizar una fuerte pendiente y dejar que el vendedor conduzca mientras que el comprador, desde fuera, observa a su paso el tubo de escape, fijándose en los gases que expulsa al arrancar y durante el descenso, fijándose que clase de humo sale. Recuerde que si es azulado denota un desgaste del motor ya que está quemando aceite.
Por último, se volverá hacer la comprobación antes mencionada: varilla del aceite y el vaso de expansión. Finalmente se colocarán unas hojas de papel debajo del motor para ver si tiene alguna fuga (lo que no será necesario si se tiene un elevador y el motor está limpio).

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